Sigue la amarga memoria, que en vísperas electorales resulta hasta surrealista, por contraponer recuerdos necesarios con amnesias convenientes. Tres obras de muy buena factura (esta tierra produce historiadores estupendos en grandes cantidades, y pocos quieren irse en vez de esperar lustros un trabajo decentemente pagado) son las que hoy queremos poner a consideración de nuestros visitantes y lectores.