En la historia de la transmisión del saber entre generaciones, la imitación y la comunicación oral fueron fundamentales. El hijo aprendía del padre, el nieto del abuelo y el crecimiento se venía produciendo “entre cerebros”. Ha sido básico este mecanismo en la evolución de nuestra especie, esa que suma al evolucionismo biológico el cultural, lo que nos distingue de los demás seres vivos sobre la tierra. La escuela entró después en esta cadena para homogeneizar un haz de conocimientos con eso que se llamaba “cultura general” .