El busto de Alexander Dubcek sito en los jardines de la Universidad Complutense de Madrid ha sido objeto del desprecio de un samarugo. Aprovecho la oportunidad de poder escribir en Andalán para denunciar este acto vandálico y contrario a Derecho, Derecho que, como afirmaba Costa, es aquello por lo que Aragón, objeto de los afanes de Andalán, se define.
La Naturaleza nos grita que dios no existe afirmaba Voltaire en el siglo XVIII. Y no es el que el filósofo de la Ilustración se posicionara en una ideología radical atea. Reivindicaba una religión natural y racional basada en la libertad de culto pero impregnada de un anticlericalismo beligerante. ¿Qué hubiera escrito el pensador sobre el resultado de la protesta estudiantil en la Universidad Complutense madrileña en pleno siglo XXI? ¿Entendería el rechazo de ese grupo de jóvenes, la mayoría mujeres, que realizaron una performance en una de las capillas del recinto donde cursan sus estudios? Razón y religión debieran de caminar por sendas separadas. La fe reniega de los argumentos y desestima el análisis de la verisimilitud de sus dogmas. Por ello mismo no debiera tener cabida en los centros educativos.