No sé si Andrés Ortíz Osés y F. Javier Aguirre González tienen entre sí mucha relación; seguramente. Para mí son dos ya muy antiguos y buenos amigos. Son dos francotiradores, nada fáciles de adscribir a grupos o definiciones, salvo las profesionales. Han publicado mucho y, ya jubilados, siguen haciéndolo feliz y frenéticamente, mostrando toda su madurez y experiencia, su independencia, y su sentido del humor y del amor.